DESCRIPCIÓN:
Se trata de una receta ideal para la hora del aperitivo o para ser una de las raciones para comer de picoteo, ya que además del sabor de este molusco al cocinarlo de esta manera, la salsa está para mojar pan, y la vais a disfrutar tanto como otras recetas similares como las almejas a la marinera o las almejas picantitas en salsa de tomate.
INGREDIENTES:
- Almejas gallegas500 g
- Dientes de ajo4
- Guindilla1
- Aceite de oliva virgen extra
- Agua
- Vino blanco30 ml
- Perejil
PREPARACIÓN:
Para hacer esta receta, dejamos en remojo las almejas en agua con sal durante 2 horas, cambiando el agua cada 20 minutos para que no quede ni rastro de tierra, que es muy desagradable de encontrar. Cuando las tengamos bien limpias, abrimos las almejas poniéndolas al vapor con un colador dispuesto sobre una cazuela con un vaso de agua, una pizca de sal gruesa y una hoja de laurel. Según se vayan abriendo, las retiramos y reservamos.
En una cazuela de barro, o en una cacerola baja si usáis inducción -el barro no funciona en este tipo de cocinas- ponemos 6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y los dientes de ajo fileteados. Añadimos también unos trozos de guindilla ajustando la cantidad al gusto y tolerancia al picante de quienes vayan a probar las almejas.
Cuando el ajo tome color, agregamos 30 ml del agua de cocer las almejas colada, 30 ml de vino blanco, las almejas abiertas y perejil picado. Dejamos cocinar durante cinco minutos, en los que se evaporará parte del líquido y servimos inmediatamente, para alegría de los que las vayan a degustar con nosotros.
Fuente: directoalpaladar.com